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Las mascotas y los golpes de calor

Las mascotas y los golpes de calor

Ahora que ya estamos a casi finales de año, las temperaturas han aumentado bastante, y por ello, es bastante común que queramos cambiar el calor de nuestra casa por el aire fresco del exterior, sin embargo, si queremos sacar a nuestros amigos peludos de paseo hay algunas consideraciones a tener en cuenta.

Las altas temperaturas son difíciles de llevar para las mascotas. No solo por su pelaje (cuando aprieta el sol no se salvan, en el caso de los perros o los gatos, ni los de pelo largo o pelo corto) sino, también sus mecanismos de defensa contra las altas temperaturas. En el caso de los perros, ellos no sudan y su única manera de regular su temperatura es a través de los jadeos y de las almohadillas de sus patas. En caso de los gatos expulsan el calor excesivo por la boca, sus glándulas sudoríparas están ubicadas en las almohadillas de sus patas, y su única alternativa para aliviar el exceso de temperatura por sí mismos, se limita a humedecer su cuerpo mediante el lamido de su lengua.

Por tanto, debemos tener cuidado con la hora a la que sacamos a pasear a nuestras mascotas, ya que al menos en Chile, y sobre todo en la capital, entre las 12 y las 4 de la tarde, son las horas más críticas del calor para todos, tanto animales como personas, por lo tanto, hay que evitar lo más posible salir en esas horas, mantenerlos hidratados y a la sombra.

Sin embargo, también más temprano o más tarde puede haber altas temperaturas, por lo que si decides sacarlo a dar una vuelta, te recomendamos llevarles bastante agua para que beban, y pasearlos lo menos posible al sol. Ya que si su temperatura sube demasiado, pueden sufrir un Golpe de calor. 

¿Cómo evitar un golpe de calor en nuestras mascotas? Una temperatura corporal por encima de los 42 grados puede provocar en nuestras mascotas serios problemas de salud e incluso la muerte. Llegadas estas épocas no solo hay que prevenir, sino también saber identificarlo para atajarlo mientras se acude de inmediato al veterinario. En el caso de los perros, ponerlos a salvo de un «golpe de calor» es sencillo. El animal debe disponer de agua fresca (no fría) de manera constante y evitar que esté expuesto al sol en las horas de mayor fuerza solar; así como evitar que realice cualquier tipo de ejercicio que pueda hacerle subir la temperatura.

En el caso que vayamos con él en el auto, este debe mantenerse fresco y si es un viaje largo realizar pequeñas paradas cada cierto tiempo y darle de beber. ¡Nunca! Y por ningún motivo deje al perro solo dentro del auto... de ser así está condenando a su fiel amigo a una muerte segura.

Según los veterinarios consultados, los principales síntomas de un «golpe de calor» en un perro son: una temperatura corporal por encima de los 42º, sed extrema, saliva abundante, vómitos, respiración acelerada (es la forma de identificar que su corazón está funcionando a un ritmo mayor al habitual), lengua muy roja y encías pálidas, temblores, flojera general. Ante estos síntomas lo primero es la hidratación y salir a toda velocidad hacia el veterinario.

Como medida de urgencia mientras acudimos al veterinario lo más recomendable es refrescarlo por ejemplo con una manguera, pero el agua no debe ser helada. Además de mojar sus patas (el sistema de termo regulación pasa por las almohadillas) tanto con agua como alcohol esto le refrescará.

También hay que darle de beber, aunque sin obligarlo. Una vez veamos que está estabilizado acudir siempre al veterinario ya que esa subida brusca de temperatura le ha podido dañar algún órgano. A un animal no se le puede bajar la temperatura de sopetón, se tiene que hacer poco a poco. Hay quiénes toman al pobre animal y lo sumergen en agua helada, lo que es una locura ya que provoca un choque de temperatura y puede producir una hipotermia casi peor que una hipertermia.

Gatos y el verano

Los gatos se protegen contra las altas temperaturas jadeando y lamiendo la piel. La temperatura corporal normal del gato es de aproximadamente 38,2 a 39,2 grados. El «golpe de calor» puede conducir a la disfunción de órganos, coma e incluso la muerte. ¿Cómo evitarlo? Al igual que en el caso de sus «amigos» los perros, con mucho cuidado.

Nunca dejar al animal en un auto estacionado, incluso en los meses de invierno. Si está fuera de casa (en un jardín por ejemplo) asegurarse de que tiene lugares de sombra donde él puede escapar del sol y del calor excesivo (de todas maneras controle que está en la sombra y si no es así mejor tenerlo en casa en las horas de más calor). En el caso de vivir solo en el interior, buscar un lugar fresco y nunca en una terraza cerrada con vidrios o plásticos de algún tipo, ya que producen el conocido efecto invernadero; aumentando aún más la temperatura.

Controlar que el gato tiene en todo momento agua fresca. Un lugar ideal es una habitación con aire acondicionado o con un ventilador... si es un placer para nosotros, para ellos es toda una delicia. Cualquier minino puede desarrollar un «golpe de calor», pero hay algunos que puede tener mayor riesgo como son: los persas, los «viejitos», los bebés, enfermos, las gatas gestantes y los «gorditos».

Roedores

El verano es una época dura para los conejos y otros pequeños roedores como cobayas, puesto que no soportan bien el calor y sufren mucho con las altas temperaturas hasta el punto de que pueden morir por un «golpe de calor». Les recomendamos que llegadas estas fechas se vigile su comportamiento durante los meses de calor.

Estos se vuelven más inactivos de lo habitual, eso es normal, como lo es que beba más agua y prefiera comer verduras y frutas antes que pienso. Esa es la dieta recomendada para estas épocas de estío. A partir de los 20º es cuando puede comenzar a haber problemas. No sumerja al animal en agua fría, lo más indicado es mojar sus orejas (es por donde sueltan el calor) y su cuerpo con agua fresca y llevarlo de inmediato como en los otros casos al veterinario.

Para combatir el calor hay que procurar porque la jaula con el animal no esté expuesta al sol directamente, debe de estar a la sombra o en el lugar más fresquito de la casa (eso si, sin corrientes de aire). Hay que tener en cuenta que el sol va cambiando de posición a lo largo del día, así que hay que tener mucha atención y que siempre esté a la sombra. Si hay un ventilador en la zona procure porque no le llegue el aire de manera directa. ¿Quieres un truco? Poner una toalla húmeda sobre la jaula, para que el aire traspase la toalla y proporcione aire fresco (esto en casos de calor extremo). Como el calor en los humanos hay que tener mucha precaución con los ejemplares mayores y los gorditos.

Canarios y Hurones

Con las aves como canarios y otras aves de jaula también hay que tomar muchas precauciones ya que son muy sensibles a las altas temperaturas. Hay que intentar que el lugar en el que esté la jaula esté a una temperatura no superior a los 20º y siempre a la sombra (que no le dé el sol de manera directa). Hay que tener mucho cuidado con los ventiladores y los aparatos de aire acondicionado: las corrientes son perjudiciales y hay que evitar que les llegue el aire de manera directa.

A causa del calor, los parásitos y bacterias son más frecuentes, por lo que hay peligro de infecciones para los animales. Se recomienda limpiar la jaula a diario, así como retirar los restos de fruta o verdura dos veces al día y cambiarles el agua por la mañana y a media tarde. Además ponerles un recipiente de plástico con agua para que el animal se dé un pequeño «chapuzón» que le ayudará a refrescarse.

Por último, los hurones son unos animales muy delicados con respecto a las altas temperaturas. El frío lo soportan mejor; pero con el calor la cosa es bastante diferente. El «golpe de calor» en estos simpáticos animalillos (cuando superan los 27º existe el peligro de que entren en hipertermia) supone la pérdida de reservas de azúcar y sales del cuerpo. Los hurones no pueden regular su temperatura mediante el sudor pues carecen de glándulas sudoríparas. Ellos sólo pueden regular su temperatura mediante jadeos, el sudor que eliminan por las almohadillas de sus patas o el lamido de su pelo. Los expertos recomiendan una serie para evitar «golpes de calor» tenerlos durante las horas de más sol en zonas de penumbra, vigilar que los bebederos siempre tengan a disposición agua fresca (no fría) y limpia, entre otros.

En la actualidad existen en el mercado una serie de productos que ayudan a que nuestras mascotas puedan sobrellevar este calor. En nuestra web puedes encontrar objetos como las mantas refrescantes. Gracias a su efecto frío ayuda a regular la temperatura corporal y se convierte en el accesorio ideal para el descanso y prevenir las altas temperaturas. Además, el bowl refrescante es un cuenco bebedero congelable para que nuestra mascota tenga todo el día agua fresca y limpia, manteniéndolo correctamente hidratado y ayudando a mantener la temperatura corporal adecuada.



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